Aprovechando el inicio del curso considero oportuno traer a colación, por la relación con la actividad educativa de, un tema de vital importancia para Catral y muy especialmente para los más pequeños, los educandos.
En seis años de gobierno popular, y pese a las adversidades tanto económicas como heredadas, hicimos lo que había que hacer, crear de la nada. Primero, activar la creación de un plan especial que posibilitara la construcción del colegio. Se iniciaron las conversaciones con los propietarios de las parcelas. Tras casi dos años de negociaciones, finalmente, dieron el consentimiento unánime a la tramitación del expediente. Hoy ese documento tiene la aprobación de la Consellería y se encuentra en el Ayuntamiento. De los cinco propietarios cuatro firmaron su compromiso y la cesión. Por lo tanto falta la firma de uno para así poder disponer de la totalidad del suelo y ser remitido a la Consellería para que proceda a edificar, a la mayor brevedad el tan necesario centro. Refiero todas estas cuestiones porque apareció en Prensa que el tripartito retoma las conversaciones con los propietarios del plan especial. Y dice textualmente la concejala Mª Asunción Salinas, portavoz del PSOE y del tripartito que: «Ahora tenemos que estudiar las demandas de los propietarios, se les atenderá lo mejor que se pueda (…)Ahora existe muy buena sintonía y mejor predisposición que hace unos meses». En clara alusión, según se desprende, de lo mal llevadas por el anterior gobierno.
No creo ni de cerca en las motivaciones esgrimidas, las condiciones eran iguales para todos, la prueba fehaciente es que el resto de propietarios ha firmado y las conversaciones se llevaron de forma transparente, con la totalidad de afectados y en presencia del servicio jurídico. No obstante si el gobierno de turno era un obstáculo para rubricar el documento, hoy hay otros. Si se consigue por tanto la parcela restante, habrá sido el último obstáculo a salvar de esta larga travesía, donde a nosotros se nos negó hasta el agua.
«Ahora tenemos…» «Ahora hay…» Efectivamente señora Salinas. Ahora tenemos un plan especial aprobado por la Consellería. Y ahora hay, a falta de esa firma, la posibilidad de conseguir tan ansiado servicio. Lo que ya no hay, señora Salinas y miembros del tripartito, son prefabricadas. Ustedes las pusieron y metieron a los escolares largo tiempo en ellas. Nosotros las retiramos y los trasladamos a una reformada y ampliada Casa de Cultura. Unas dignísimas instalaciones que en cierto modo nos daban la posibilidad de paliar el problema que con su política generaron. Aprovechando la construcción del Conservatorio Profesional de Música y Danza, que quedó comunicado con la Casa de Cultura, y utilizando el ensamble de ambos edificios, se comunicó éste con el «Azorín», a través de un patio que facilita el acceso de escolares al recinto en horas de Educación Física, recreo o comedor. Evitando pisar la vía pública. O no recuerdan que las prefabricadas distaban un kilómetro del colegio y el diario transitar de alumnos para asistir a determinadas materias es la estampa tercermundista que nos avergonzó durante años. En cierto modo, este era el panorama y el fiel reflejo de una irresponsable y caótica gestión.
Espero y deseo que este periodo de transición sea lo más breve y pronto podamos disponer de ese centro. Mientras tanto el segundo ciclo de Primaria cuenta hoy con las instalaciones más dignas que hemos podido facilitar. La coyuntura no es la más favorable, pero si el Ayuntamiento hubiese entregado en 2002 los terrenos quizá Catral tendría su colegio y estas letras posiblemente no hubieran sido necesarias.
Lo expuesto es fácilmente constatable, lo que me lleva a afirmar, que pese a las adversidades se realizó un trabajo serio y responsable, debido a aquellos que entienden la política, al margen de ideologías, como una actitud de servicio y de compromiso. Con sumo respeto a las decisiones electorales y no como las alternativas basadas en voluntades políticas, auspiciadas por intereses personales y partidistas. Considero por tanto el tejemaneje que les ha colocado de nuevo en el gobierno como un autentico fraude electoral. Y las consecuencias las padeceremos todos, porque como refirió el escritor y político gaditano Emilio Castelar: «Las coaliciones son siempre muy pujantes, pero son siempre impotentes para crear».
Fuente: diarioinformacion.com