El inicio del curso escolar transcurrió sin apenas incidencias en los diferentes centros de la Vega Baja. Ninguna localidad contó con cambios significativos en la organización de los estudiantes de Infantil y Primaria excepto Catral que inauguró ayer su conservatorio para dar cabida al tercer ciclo compuesto por quinto y sexto. Un estreno que supone la eliminación de los barracones que durante más de siete años estaban instalados en un solar municipal.
El grupo municipal del PSOE denunció que esta reestructuración del último ciclo de Primaria se había realizado de forma apresurada porque hasta el día antes del inicio del curso el Ayuntamiento no habría retirado el vallado de las obras del edificio que supone la ampliación de la casa de cultura. La portavoz socialista, María Asunción Salinas, comentó que «un día antes del inicio del curso las clases no se podían visitar, y ahora entiendo la preocupación de los padres».
Alrededor de un centenar de estudiantes asisten ahora al centro educativo en cuatro aulas que el equipo de gobierno ha acondicionado en coordinación con la delegación provincial de la Conselleria de Educación. No obstante, esta solución empleada este año «no supone solución alguna para los más de 950 niños que van a tener que concentrarse en el patio del colegio público Azorín», criticó Salinas.
Por su parte, la edil de Educación, María Manuela Sánchez, manifestó que «las aulas que acabamos de acondicionar permiten subsanar el problema que suponía para los alumnos el desplazarse hasta el centro para recibir las clases de educación física o para asistir al comedor».
En otros municipios como en Almoradí la amenaza de suprimir el servicio de transporte público para los niños que residen en la pedanía de El Saladar se desvaneció. La Concejalía de Educación avisó a los padres de que el primer día de clase podría faltar el autobús escolar, ante la falta de una notificación de la Generalitat Valenciana. Una situación que al final no ocurrió puesto que los jóvenes podrán asistir durante todo el curso en transporte escolar, «porque así lo establece la normativa al tener una mala comunicación con el colegio», explicó el concejal del área, Miguel Gascón.
En Callosa de Segura discurrió también todo con normalidad. Sin embargo esa no fue la tónica en Pilar de la Horadada que también se ha visto afectada por los recortes en el transporte escolar, en concreto, los alumnos de Torre de la Horadada y Cañada de Praes que se han quedado fuera por las nuevas mediciones de la Conselleria de Educación. El alcalde, José Fidel Ros, anunció a los padres afectados que desde el Consistorio se había enviado un informe del ingeniero municipal para demostrar que las condiciones del terreno no son las adecuadas para el tránsito de los niños que tienen que pasar una rambla y hasta una carretera general. De esta forma el regidor espera que la Generalitat reconsidere la situación de los vecinos que sufren la pérdida del transporte.
