La acequia Mayor de Catral supone un constante peligro para los peatones tras el hundimiento de parte de su estructura. El tramo más céntrico ha tenido que cerrarse al paso de viandantes y la Concejalía de Urbanismo lo ha acordonado.
El gobierno municipal puso como principal obra de renovación del centro urbano, que financiaría con fondos del Consell, el acondicionamiento de los más de tres kilómetros que distan de punta a punta esta infraestructura, aunque la complejidad técnica necesaria para rehabilitar la estructura de hormigón que tapa la acequia hizo que la inversión de la Generalitat se destinará a adecentar el acerado y las calles periféricas del municipio.
El alcalde, Aurelio Albero, tuvo que desechar esta gran actuación porque los técnicos del Consell desconfiaban de que el vetusto canal soportara la colocación de nuevo pavimento así como la colocación de mobiliario urbano de forja. Esta era la idea inicial que después cambió el equipo de Albero por aligerar farolas y bancos en este peculiar paseo. Los técnicos del área de Urbanismo en Valencia discreparon sobre si el forjado de hormigón soportaría el peso de las losetas.
Así las cosas el concejal Pedro Mario Vicente aboga por reforzar las dos zonas más afectadas; una de ellas está a las espaldas de la iglesia parroquial de los Santos Juanes. Tanta es su cercanía al casco urbano que los operarios municipales han colocado un cartel de prohibido pasar «por riesgo de hundimiento». El delegado de Urbanismo explica que «ya hemos solicitado varios presupuestos a empresas para arreglar los tramos más afectados, si el Sindicato de Riegos no puede actuar lo haremos nosotros».
Vicente advierte de que todavía el Ayuntamiento dispone de más tiempo para invertir el cerca de medio millón de un Plan Confianza que se demora más de lo debido. Además de esta zona céntrica las nuevas actuaciones comprenden labores de restauración en el barrio de Santa Águeda donde la acequia también ha cedido. «Hemos tenido que quitar la restauración de las subvenciones porque se demorarían por lo menos hasta final de año, y esto no era posible por el riesgo», expone el edil.
El concejal de Urbanismo informa que entre los dos tramos existen unos 500 metros para asegurar el planché de hormigón. «Vamos a realizar un proyecto de rehabilitación integral para la acequia, para que conforme salgan subvenciones podamos arreglarlo por fases». Sobre la peatonalización de las calles periféricas el edil confirma que «las obras empezarán a final de año y como es normal contarán con un mayor presupuesto».
