La comarca entera sufre la gota fría. La Verdad

La gota fría aguó ayer el inicio del fin de semana a los vecinos de los municipios de la Vega Baja, sobre todo en San Fulgencio donde el comienzo de las fiestas patronales se suspendió por el tremendo aguacero. El episodio de lluvias fue similar en todas las localidades, con registros como el de Catral, donde cayeron 81 litros por metro cuadrado.Una cifra importante si se tiene en cuenta que el grueso de la lluvia se produjo a partir de las cuatro de la tarde. Varias casas de Callosa de Segura se anegaron, ya que la sierra descargó todas sus avenidas al casco urbano. Prueba de ello es que la Rambla Baja tuvo que cortarse al tráfico porque la avenida callosina se convirtió en un río. La Policía Local acordonó la entrada al municipio desde la Avenida de Víctimas del Terrorismo varias horas.La palma se la llevaron en San Fulgencio. La lluvia y el fuerte viento tiró al suelo la mayoría de las barracas de las peñas festeras. Las carpas cayeron al suelo y la fiesta de sevillanas la han tenido que aplazar a el 5 de octubre. El jefe de la Policía Local, José Manuel Antolino, y el alcalde, Carlos Ramírez, recorrieron el casco urbano para solucionar las concentraciones de agua en los puntos más conflictivos y abrir trampillas del alcantarillado en las calles cortadas al tráfico. Uno de los espacios que estuvo cerrado durante toda la tarde fue la Avenida del Convenio, donde recaen gran parte de todas las aguas pluviales de las urbanizaciones de La Marina.En Almoradí se volvieron a repetir los episodios de siempre, bungalós con sus cocheras anegadas y vecinos achicando agua. La virulencia del episodio fue tan grande que el alcalde, Antonio Ángel Hurtado, aplazó la sesión plenaria prevista para ayer a las cuatro de la tarde hasta el próximo lunes.La Policía Local de Catral informó que realizó las intervenciones de siempre en un grupo de bungalós que tiene problemas de evacuación desde hace años. No obstante, los bomberos tuvieron que asistir a una vecina cuya secadora se incendió tras los continuos cortes de luz.En Torrevieja, la tromba de agua dejó alrededor de 53 litros por metro cuadrado, según los datos facilitados por Proyecto Mastral. La intensidad y fuerza del agua provocó que varias calles del centro se vieran anegadas. Entre estas la Rambla de Juan Mateo, especialmente a la altura de la plaza de Capdepont y el paseo de La Libertad. Igualmente sufrieron inundaciones los alrededores de la playa de Los Locos, cuya arena quedó inundada debido a la gran cantidad de agua que desembocaba en la misma.Como en ocasiones anteriores se originaron grandes problemas por inundaciones en las urbanizaciones situadas en los alrededores de la carretera CV-905. Concretamente Doña Inés y también en Las Torretas. También la arena de la playa de El Cura quedó borrada literalmente por la fuerza de la corriente del agua que arrastraba desde las calles interiores de la zona, lo mismo que la Cala del Palangre.El alcalde, Eduardo Dolón y el edil de Seguridad, José Eduardo Gil Rebollo, estuvieron al frente de un operativo que estuvo en alerta hasta las diez de la noche, en el que participaron efectivos de la Policía Local, bomberos, Protección Civil y la empresa Agamed, en combinación con el Destacamento de Tráfico de la Guardia Civil en Torrevieja. Se produjeron cortes de tráfico en la carretera Nacional 332, a la altura del parque Aquópolis, en la CV-905 a la altura de la rotonda previa al cuartel de la policía, la avenida de las Cortes Valencianas y la práctica totalidad del Polígono Industrial Casa Grande. Los voluntarios de Protección Civil tuvieron que emplearse a fondo debido a la rotura de árboles en el Parque de Las Naciones y en la urbanización Los Balcones.

vía La comarca entera sufre la gota fría. La Verdad.

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