La calle Santa Águeda es la principal cara que muestra Catral cada año con la celebración de las fiestas y romería de febrero. La Concejalía de Urbanismo ha jerarquizado dentro de sus preferencias esta actuación y ha escogido esta calle sinuosa que mide cerca de dos kilómetros para acometer una renovación y que el visitante se lleve una mejor imagen del municipio.
La concejal del área, María Asunción Salinas, explicó que se van a renovar las acometidas de agua y se va a ensanchar el acerado. El suministro de agua potable todavía es de tuberías de plomo, por lo que se espera actualizarlo a la reglamentación actual.
Una vez que se pongan en marcha las obras se ampliarán las aceras, porque «hay tramos y alguna curva en la que no cabe ni una persona». Así, se pretende remozar el barrio más antiguo del municipio que ha quedado obsoleto, a pesar de que es el principal atractivo turístico que cada principios de febrero acoge la
Una vez se finalice esta primera actuación también van a cambiar las acometidas de agua del Barrio de la Cruz. Esta pequeña actuación también es necesaria para los residentes de la zona que también cuentan con tuberías de plomo que ya se encuentra prohibidas por Ley.
Por otra parte el Ayuntamiento catralense va a recibir una subvención para restaurar la carretera rural Arroba de Hornos, que es una de las más transitadas tanto por residentes extranjeros como por los vecinos que prefieren atajar por esta vereda cuando se desplazan hasta la localidad vecina de Dolores. La concejal Salinas comentó que «en esta carretera se tiene que invertir más dinero por eso hemos solicitado una subvención, pero otros caminos rurales vamos a intentar repararlos con partidas municipales», aclaró.
Por otra parte, el plan especial de subvenciones que concede la Diputación Provincial se va a aplicar en renovar la salida del municipio hacia Dolores. El objetivo es mejorar esta entrada al municipio y al mismo tiempo eliminar el peligro de los peatones que caminan por esta vía a diario.
