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Una cicatriz de 350 millones

27 noviembre, 2011 by juanperez

Las obras de la Alta Velocidad entre San Isidro y Beniel están en plena ejecución en todos sus tramos y cambiarán el paisaje de la comarca con siete viaductos sobre el Segura o los tubos del trasvase y un túnel de dos kilómetros por la sierra de Callosa de Segura.

ELISA G. BROTONS
Las obras del Ave están ya en ejecución en todos sus tramos a través de la Vega Baja, el Ministerio de Fomento mantiene su promesa de llevar la Alta Velocidad desde Alicante hasta Murcia en 2014 y, lo que antaño fueron líneas sobre un mapa, se están convirtiendo hoy en imponentes estructuras que están transformando progresivamente y para siempre el paisaje. Los 24 kilómetros de trazado ferroviario que separan San Isidro -la entrada a la comarca por el norte- y Beniel -la salida por el sur- costarán finalmente 350,2 millones de euros, que se han adjudicado en tres tramos distintos, a los que hay que sumar otros 7,3 kilómetros (licitados por 114 millones de euros más) que discurren a caballo entre las comarcas del Baix Vinalopó y la Vega Baja, entre Crevillent y San Isidro.
Después de tantas idas y venidas, de manifestaciones, de correcciones en los proyectos y de negociaciones de los alcaldes con los responsables del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), no está de más dejar negro sobre blanco cómo va a ser definitivamente el paso del Ave por la comarca: Ni más ni menos que siete viaductos para sortear por arriba infraestructuras ya existentes (serán una especie de puente sobre el que pasará el tren y bajo el que podrán seguir cruzando carreteras o canalizaciones de riego), una nueva estación de cercanías para Callosa de Segura y Cox, un túnel de dos kilómetros para atravesar la sierra de Callosa y una nueva imagen para el centro de Orihuela.
Iniciando el recorrido en tren por la Vega Baja desde el norte, el primer tramo son 9,6 kilómetros que discurren por San Isidro, Granja de Rocamora, Cox, Callosa de Segura, Redován y Orihuela. Las obras se adjudicaron en mayo de 2010 por 182 millones de euros a la UTE de «Dragados», «Tecsa» y «Hormigones Martínez», con un plazo de ejecución estimado de 30 meses, que comprende varias infraestructuras de envergadura, la más destacable sin duda el túnel que entra en la sierra por Cox y sale por Redován. La plataforma, una «doble vía de ancho internacional para tráfico de viajeros», llegará desde San Isidro y se elevará sobre un viaducto de 12 metros de altura entre Callosa de Segura y Cox. Hasta este punto la vía va paralela al actual trazado de mercancías, pero precisa de más espacio a ambos lados y por eso se ha desmantelado la centenaria estación de Albatera-Catral, a cuyas columnas y piezas más singulares prometió el alcalde de San Isidro, Fernando Morales, buscarles un hueco en algún parque de la localidad (las obras también se llevaron por delante las cocheras de madera, una singular construcción de finales del siglo XIX).
Mientras se construye la nueva estación de cercanías que se incluye en el contrato de obras, un apeadero provisional dará servicio a los usuarios del cercanías al menos en 2012. También habrá nueva estación en Callosa de Segura-Cox (se edificará en altura junto a la vía), el único tramo donde el tren modifica su trazado actual para no constreñir el casco urbano callosino.

Altura
Una vez la vía supere este punto, comenzará a elevarse hasta alcanzar los doce metros de altura para introducirse en la sierra. Inicialmente se planteó que esta plataforma elevada llegaría en trinchera, es decir, sobre taludes que cortaban todo paso inferior y que generaban un importante efecto barrera que alarmó a grupos ecologistas y a la población en general por muchos motivos, entre ellos el riesgo de inundaciones. Los alcaldes de Cox y Callosa solicitaron y lograron que la construcción final vaya a ser semejante a un puente de 743 metros de longitud bajo el que se mantenga la circunvalación que une estos municipios y que permite a los callosinos acceder a la autovía A-7. El efecto barrera persiste, pero será menor.
Las detonaciones para abrir la boquilla norte en la sierra de Callosa ya han comenzado hace meses, y en lo que queda de año está previsto que se termine de abrir la entrada a la montaña en este extremo para que en enero comience a trabajar la máquina rozadora que abrirá el paso por dentro de la roca (la excavación se hará con un procedimiento conocido como «nuevo método austriaco», primero excavando la bóveda y después la sección inferior, y revistiendo después con hormigón). El túnel tendrá 2.050 metros de longitud (más diez de falso túnel al norte y otros veinte al sur) y galerías de evacuación paralelas a la vía. Una vez recorridos esos dos kilómetros de túnel, volverá a salir en el extremo de Callosa más cercano a Redován, junto a la Cueva Ahumada, sobre un viaducto de nuevo a 12 metros de altura de 589 metros de longitud. Progresivamente, la vía irá bajando para llegar a Orihuela por el mismo lugar por el que ahora llega el tren de cercanías.

Tramo
El tramo de Orihuela hasta la Vereda de Buena Vida se ha adjudicado por separado por 119,8 millones de euros a «Sacyr», con un plazo de ejecución de 36 meses para actuar a lo largo de 6,8 kilómetros. Habrá otros tres elementos singulares en altura: El llamado viaducto de Orihuela, de 337 metros sobre el Salto del Fraile, otro paso elevado para superar el río Segura (este viaducto tendrá 36 metros lineales), y el más impresionante, una plataforma elevada por encima de los tubos del trasvase Tajo-Segura que ascenderá doce metros (dos por encima de la conducción de agua) y se anclará a 40 metros de profundidad, dada la poca consistencia del subsuelo, en el que se hallaron lodos.
En la Vereda de la Buena Vida (o Colada de la Buena Vida, según la terminología del Ministerio) comienza un tercer tramo que cubre el final de la comarca y la provincia hasta Beniel (Murcia). Son otros 7,9 kilómetros adjudicados por 48,4 millones de euros y 28 meses de plazo. Y en este tramo, otros dos viaductos: Uno de 179 metros en La Alquibla y el último, de 1.084 metros, en La Basca. Toda esta sucesión de grandes infraestructuras está cambiando ya la panorámica de la Vega Baja.

Inspecciones y grietas en edificios y viviendas
El túnel en la Sierra de Callosa de Segura es probablemente el tramo más conflictivo de toda la comarca por la dificultad de perforación y por la complejidad de la infraestructura. Por eso, las medidas de seguridad van desde el afianzamiento de las laderas de la sierra con pernos, mallas o redes de cables de acero al montaje de barreras para proteger edificios. Adif realizó además un estudio de vibraciones, mide cada una de las detonaciones para controlar la intensidad, y en septiembre ya había culminado la inspección del 50% de los edificios de Callosa de Segura y de Cox que quedan cerca de las obras de la Alta Velocidad (46 edificios en Callosa y 50 casas, 18 edificios y 28 viviendas en Cox). Las obras no solo afectan cerca del túnel, sino que también se han advertido grietas en viviendas de Orihuela. Por ello, Adif ha invertido 495.600 euros en inspecciones de interiores y fachadas en Desamparados (Orihuela) y en Vereda del Reino (Beniel, Murcia).

Fuente: Diario Información.

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